Tenderos,
grandes héroes de la pandemia
Gloria Paola González es la dueña del autoservicio Supermercado Mercamas, en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá. Su historia es el mejor ejemplo de constancia, resiliencia y perseverancia.
Gloria Paola González -técnica en sistemas, 45 años- cree en los milagros, pero sabe que no llegan solos, hay que ir por ellos. Antes de lanzarse por su sueño, trabajó durante 10 años como empleada en una planta de sacrificios en Bogotá, donde siempre mantuvo la idea clara de que algún día abriría un supermercado y sería independiente.
Por el camino, Gloria y su esposo, Fabián, intentaron varias cosas. Fueron distribuidores de celulares, hicieron acarreos, trabajaron como conductores particulares e iniciaron un frustrado negocio de hamburguesas y pizzas.
“Cuando las cosas son para uno, fluyen. Cuando no es así, todo se tranca”, dice Gloria, quien vio en aquellas señales del destino una invitación para abrir el supermercado con el que había soñado. Buscaron mucho y finalmente encontraron una tienda casi en ruinas en un conjunto residencial ubicado en un barrio humilde, en Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. No era lo que buscaban, pero era para lo que les alcanzaba, así que la compraron.
El 3 de marzo de 2019 inauguraron el Supermercado Mercamas. Ese día cerraron con una venta de $200.000 pesos, los cuales invirtieron de inmediato en nuevo surtido. El crecimiento iba lento, pero Gloria y Fabián sabían que la clave del negocio estaba en mantener el inventario.
Esa estrategia fue la que los mantuvo a flote cuando llegó la pandemia del Covid-19: durante aquellos meses pudieron darles a decenas de personas de su barrio los víveres necesarios para sobrevivir al encierro.
Doña Gloria recuerda que fueron muchos los sacrificios que hicieron durante aquellos días, pero le emociona saber que su negocio representó una ayuda para sus vecinos en tiempo difíciles.
Como todo negocio, ha tenido días buenos y malos. Sufrieron el degaste de las deudas, de los créditos al gota a gota, de robos por parte del empleado de la tienda. Y, para finales del 2021, el autoservicio estaba llegando casi al mismo punto de escasez con el que lo recibieron. Por eso, doña Gloria, la noche del 31 de diciembre prefirió pasarla frente al mostrador, mientras pedía a Dios por un año mejor.
En enero de 2023, sus ruegos, su trabajo y su perseverancia dieron resultado. Gloria, que ya venía demostrando un juicioso movimiento a través de aplicaciones bancarias, acudió a Bancolombia y logró su primer préstamo con una entidad financiera. ¡Por fin pudo librarse de las angustias y los prestamistas ilegales!
El desembolso fue una bocanada de aire fresco, una nueva oportunidad para el negocio. Gloria aún llora de emoción al recordar el cambio de vida que significó ese crédito. Lo primero que hizo fue llenar dos camiones de productos para surtir el supermercado y ahorrar parte del dinero como capital semilla para comprar un apartamento. El impulso no para. Por fin su negocio es próspero, duplicó sus ventas, y, aunque aún no contratan colaboradores, Gloria y Fabián se pasan los días inventando estrategias y construyendo un futuro bonito, en el que puedan dar oportunidades a más personas, una oferta variada de productos básicos a sus vecinos, y brindar ayuda incondicional siempre que los necesiten.