La revolución de las pantallas flexibles

Las pantallas flexibles –una tecnología en la que se trabaja desde principio de siglo– se empezaron a consolidar en 2019: la promesa es emplearlas en elementos que usualmente no tendrían pantalla, como dispositivos, prendas, relojes, accesorios, paneles, tableros y hasta consolas táctiles. El objetivo es posicionar a las pantallas como medio para consumir contenido e información, tal como lo han hecho durante décadas las vallas publicitarias, los televisores, los celulares y las tabletas.

Sobre esta tecnología los expertos en investigación de mercados de ReporterLink afirman: “Clásicamente, una pantalla flexible es una superficie cuya forma puede modificarse temporalmente sin afectar su funcionamiento. En palabras más simples, se puede doblar, enrollar y retorcer sin dañar”. Asimismo el informe consideró que las pantallas curvas también forman parte del segmento, ya que constituyen un hito importante en la desviación de las pantallas planas para lograr la máxima flexibilidad.

Los diferentes usos de estas pantallas ‘maleables’ han recibido buena crítica del público y de medios especializados en tecnología como Cnet, Xataka, Techcrunch y Enter.co, entre otros. De igual forma, los amantes de la tecnología tienen sus ojos puestos en los nuevos dispositivos y sus funciones. Las empresas competirán en un mercado disruptivo, considerado ‘camaleónico’ por la capacidad de adaptarse a nuevos objetos.

El año 2019 será recordado por la competencia entre empresas dedicadas a la fabricación de dispositivos inteligentes, a las que se le sumarán un buen número de compañías del segmento de los smartphones y otros dispositivos con pantallas plegables. Royole dio un paso adelante: desde el 31 de octubre de 2018, fecha oficial del lanzamiento del FlexPai, la prensa volcó las miradas hacia su tecnología flexible Amoled, empleada en el primer teléfono inteligente con pantalla plegable que se convierte en tableta.

La apuesta de Samsung con el reciente lanzamiento del Galaxy Fold, la propuesta del Xiaomi Mi Flex y la información que ha entregado LG sobre el equipo en el que trabaja hacen más interesante el panorama. A esta puja se sumaría Apple, pues recientemente salió a la luz información sobre algunas patentes que indica que la compañía norteamericana está preparando su propio equipo plegable.

Las ediciones de 2019 de la Feria de Electrónica de Consumo (CES, por sus siglas en inglés, organizada todos los años en Las Vegas) y del Congreso Mundial de Móviles, en Barcelona, fueron escenarios ideales para presentar los equipos que se posicionarán en un segmento innovador que apenas muestra su potencial.

Las expectativas de empresarios, desarrolladores y consumidores frente a esta tecnología son altas. Así lo demuestra un estudio de 2019 de ReporterLink: las pantallas flexibles alcanzaron 1.700 millones de dólares en ventas en 2016 y 3.100 millones en 2017; se espera que crezcan anualmente 32,4% entre 2017 y 2022, cuando alcancen los 12.600 millones.

Retos y oportunidades

Hay tres tipos de pantallas flexibles: las OLED curvas (empleadas en televisores, teléfonos, tabletas y relojes); las que se utilizan en los nuevos dispositivos móviles plegables (flexibles solo en ciertas partes del equipo); y las pantallas totalmente flexibles (desde hojas inteligentes sencillas hasta pantallas de grandes dimensiones y alta resolución que se adaptan a múltiples superficies). El mayor obstáculo no es la capacidad de la pantalla para doblarse, sino los elementos rígidos de los dispositivos, como piezas metálicas o plásticas, baterías y cámaras.

Además, la clave para que una compañía tenga éxito con las pantallas flexibles no está en ser la primera en lanzar un dispositivo. “Lo importante es tener el conocimiento sobre la tecnología. Las pantallas flexibles son solo una de ellas, pero esto también supone un nuevo reto porque de repente tenemos partes movibles en el dispositivo. Partes que no hemos tenido durante muchos años”, explica Stefan Streit, director de Marketing de TCL, empresa china responsable de marcas como Alcatel o BlackBerry.

Actualmente, no hay funciones que diferencien a los dispositivos plegables de los teléfonos inteligentes y las tabletas que existen en el mercado. Los equipos flexibles tendrán, inicialmente, un nicho pequeño en personas y empresas con alto poder adquisitivo que desean estar un paso adelante. “El reto para la industria es encontrar un diferenciador, como es el desarrollo de aplicaciones exclusivas para smart device flexibles, lo que desmarcaría a estos equipos de los tradicionales. Es allí donde los emprendedores, los profesionales y las empresas tienen que trabajar”, afirma Mauricio Jaramillo Marín, periodista y director de Impacto TIC.

Las pantallas flexibles representan un reto para la industria. Los fabricantes de pantallas y las compañías que las emplearán deben tener en cuenta varios puntos claves para lograr que la tecnología se consolide y sea masiva y robusta: los altos costos de los equipos (los precios actuales oscilan entre 4 millones y 8 millones de pesos), la vida útil de la pantalla al doblarse y desdoblarse, el grado de flexibilidad de los equipos al contar con piezas rígidas, la masificación de la tecnología y el desarrollo de aplicaciones y funciones que cautiven a las empresas y los consumidores.

Sobre los dispositivos totalmente flexibles, Cnet, un medio especializado en tecnología, agregó que no les ve una usabilidad práctica ni elementos que realmente logren desmarcarlos de los dispositivos móviles que se han utilizado desde hace más de veinte años.

Solo con la implementación de esta tecnología las empresas y las personas podrán reconocer si las pantallas totalmente flexibles son útiles para sus tareas diarias y si marcan una diferencia en los procesos empresariales, desde servicio al cliente hasta producción.

Debe dejarse de pensar que los dispositivos móviles flexibles solo pueden ser una caja negra rectangular. Llegó el momento para que los equipos de diseño y los desarrolladores de aplicaciones se atrevan a crear una variedad nunca vista de equipos y ‘apps’. Es la era de la imaginación apalancada en tecnologías como reconocimiento facial e inteligencia artificial.

Recuerda:

Las pantallas flexibles abren un mercado que diversificará la forma de consumir contenidos. La publicidad, la medicina, el mercado automotriz, los dispositivos móviles y los televisores, entre otros ámbitos, se revolucionarán cuando los módulos rígidos se reemplacen por dispositivos táctiles o de alta definición con pantallas de hasta 360 grados. La interacción será aun mayor.
La flexibilidad será un componente clave en el diseño de los nuevos espacios de trabajo y la formación académica, pues los nuevos dispositivos harán más sencilla la interacción con equipos o máquinas.
Los equipos plegables entran a competir en el segmento de dispositivos móviles (smartphones y tabletas). Tendrán la ventaja competitiva de adaptarse a la necesidad del usuario, pues podrán convertirse en smartphones o tabletas con solo plegarlos o desplegarlos.
Los elementos rígidos de los dispositivos móviles, como la batería o la tarjeta madre, son el nuevo reto para el diseño y la usabilidad de los equipos plegables; estos deberán modificarse para no restringir la flexibilidad de las pantallas.
El desarrollo de aplicaciones y funciones exclusivas para los dispositivos inteligentes flexibles trae consigo oportunidades que diferencien a los equipos plegables de las tabletas y los smartphones que utilizamos actualmente.

Tecnologías disruptivas

Abril 12 de 2019

Resumen: El desarrollo de pantallas flexibles ha tomado fuerza. En 2018, la compañía china Royole presentó el FlexPlai, el primer dispositivo móvil plegable. Al comienzo de 2019, Samsung, Xiaomi, Huawei y LG anunciaron que también competirán en este nuevo mercado de dispositivos móviles. Además, una patente de Apple indica que la compañía estadounidense lanzaría próximamente un equipo plegable que puede ser smartphone y tableta. El reto actual de los emprendedores, profesionales y compañías tecnológicas que producen dispositivos con pantallas flexibles es desarrollar elementos que diferencien a los nuevos equipos de los teléfonos inteligentes y las tabletas conocidos hasta ahora.

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