Países sostenibles: claves de su éxito

En 2015, los 193 países reunidos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmaron la Agenda 2030, que establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas para mejorar las condiciones de vida de las personas —como poner fin a la pobreza y al hambre, garantizar el acceso a servicios básicos y contribuir con la reducción de las desigualdades sociales—, a la vez que proteger el medioambiente y los recursos naturales para las generaciones futuras, con medidas para mitigar el cambio climático y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y marinos.

“La Agenda 2030 es una orientación normativa y una guía de acción que tienen los países para identificar las prioridades de desarrollo en políticas públicas y sectores locales, regionales, nacionales y transnacionales”, explica Federico Restrepo, +SocialGood Connector en la Fundación de Naciones Unidas. “Facilita la coordinación e implementación coherente dentro de los países y entre ellos, porque permite medir cómo estamos progresando”.

La Fundación Bertelsmann Stiftung —una entidad alemana que implementa reformas en fomento de las ciudades sostenibles del futuro— y la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible —iniciativa de la ONU que promueve el desarrollo sostenible a través del conocimiento científico y tecnológico— crearon un índice que mide el cumplimiento por parte de los países de los 17 objetivos en una escala de 0 a 100, en la que 0 indica que no se alcanzó en ningún grado un objetivo y 100 un cumplimiento total.

Dinamarca (85,2%), Suecia (85,0%) y Finlandia (82,8%) son los tres países con mayores avances en los ODS en 2019. A los países nórdicos, que ya han cumplido las tres cuartas partes de los requisitos de la ONU, les siguen Francia (81,5%) y Austria y Alemania, ambos con 81,1%. De los 193 países de la ONU, se midió el desempeño de 162 (los que cuentan con los datos necesarios).

Chile en la casilla 31 (75,6%), Costa Rica en la 33 (75,0%) y Uruguay en el puesto 43 (72,6%) son los tres mejores países de Latinoamérica. Colombia ocupa el puesto 67 (69,6%), El Salvador el 89 (66,7%), Panamá se encuentra en el 90 (66,3%) y Guatemala en el 122 (59,6%).

Diez naciones tienen un desempeño superior al 80%, pero ninguna está en camino de alcanzar los 17 objetivos para 2030, según el informe publicado por la ONU. La evaluación de los países líderes y las claves para alcanzar los objetivos es la antesala a un especial que se hará de ciudades inteligentes y que engloba a muchos otros de los objetivos sostenibles.

Avances y retos a los que se enfrentan los países

En el mundo se lograron avances en áreas consideradas críticas. Según el Banco Mundial, el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema en el mundo disminuyó a 10%, en comparación con el 36% que había en 1990. Sin embargo, los avances en reducción de pobreza extrema son lentos, por lo que no está en camino de desvanecerse para 2030, sino que podría situarse en 6%, de acuerdo con estimaciones de la ONU.

La tasa de muertes en niños menores de 5 años ha disminuido 49% entre 2000 y 2017, gracias a la masificación de vacunas y demás servicios de salud para millones de niños que antes no estaban protegidos de enfermedades prevenibles; además, se logró que nueve de cada diez personas tengan energía eléctrica.

En cambio, otros objetivos están lejos de cumplirse. En el mundo, una de cada nueve personas no obtienen los nutrientes necesarios. En vez de disminuir desde la adopción de los ODS, el porcentaje de personas con hambre aumenta desde 2014.

El medioambiente se ve afectado por condiciones meteorológicas extremas, por la subida del nivel del mar y la acidificación de los océanos. La garantía de que todas las personas tengan acceso igualitario a las oportunidades sigue sin lograrse: 55% de los niños todavía no alcanzan las competencias recomendadas en lectura y matemáticas, y todavía la mitad de la población mundial no tiene acceso a servicios de salud esenciales.

Con solo diez años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los líderes mundiales se comprometieron en la Cumbre de los ODS, celebrada en septiembre de 2019, a encontrar financiamiento, mejorar las políticas públicas nacionales y fortalecer las instituciones.

Seguir la huella de los países líderes

Los países nórdicos se caracterizan por su prosperidad, igualdad, poca pobreza, instituciones sólidas y un sistema de educación de excelente calidad. Entre sus retos se encuentra la disminución de las emisiones de carbono: aunque sus emisiones son relativamente bajas en comparación con su PIB, la disminución aún no es suficiente para cumplir el ODS (excepto Suecia).

En los tres países nórdicos, tanto el Estado, el sector privado y la sociedad civil colaboran entre sí para cumplir con las metas de desarrollo sostenible y hacer que sus naciones sean más prósperas social, económica, política y medioambientalmente.

Posición de Colombia en el cumplimiento de los ODS

Colombia se encuentra ubicada en el puesto 67 de 162 países, con un índice de 69,6%, por encima del promedio latinoamericano (67,1%).

Colombia trabaja en construir edificaciones sostenibles para 2025, lo que implicará una inversión de 579.000 millones de dólares entre 2018 y 2025, según el Consejo Nacional de Política Económica y Social de Colombia y el DNP, impulsores de la Política Nacional de Edificaciones Sostenibles.

La disminución del consumo energético, la búsqueda de alternativas de transporte sostenible (como el transporte público) y el consumo responsable son los tres sectores con mayor importancia de cara a 2030, al igual que la construcción de ecosistemas en el entorno urbano.

De acuerdo con Federico Restrepo, los emprendimientos colombianos aprovecharon los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para crear proyectos que respondan a esas necesidades y cautiven a los consumidores interesados en contribuir con el medioambiente y con una mejor calidad de vida. Tres de estos emprendimientos son los siguientes:

“Las startups tienen la oportunidad de pensar en los problemas del mundo, lo que contribuye a cambiar las prácticas antiguas”, añade Restrepo. “Empresas con enfoque de ODS pueden ingresar a un mercado de 12 mil millones de dólares. Asimismo, los productos sostenibles crecen seis veces más rápido que otros productos, porque 66% de los consumidores están dispuestos a pagar más si los productos son ecoamigables. Y 90% de los millennials —la fuerza de trabajo más grande del planeta— creen que las empresas tienen una contribución que hacer a la sostenibilidad del planeta”.

Ocho medidas que fortalecen la implementación de los ODS

Los países pueden poner en práctica las siguientes ocho medidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según Federico Restrepo:

1. Fortalecer el capital y las capacidades humanas. Poner el foco en la educación y los valores de las personas.
2. Apostar por economías más sostenibles y justas. Encontrar alternativas económicas que permitan que las personas en situación de pobreza tengan mayores posibilidades de superarse.
3. Crear sistemas alimentarios sostenibles y patrones de nutrición más saludables. Producir alimentos saludables que no impliquen daño al planeta y encontrar patrones de nutrición sostenibles para que los niños.
4. Descarbonizar y asegurar el acceso a la energía. De todas las emisiones globales, el 70% las producen empresas de hidrocarburos. Por ello es importante empezar a emplear otras fuentes de energía, como la solar y la eólica.
5. Promover el desarrollo urbano sostenible. Aplicar las medidas necesarias para aprovechar el potencial de las ciudades de convertirse en centros de desarrollo internacional.
6. Proteger el medioambiente a escala global. Consumir productos locales para evitar los daños ecológicos y los costos que supone el transporte internacional.
7. Poner la ciencia y tecnología al servicio del desarrollo. Aprovechar la tecnología y los nuevos desarrollos para buscar alternativas que reduzcan las emisiones de carbono.
8. Realizar cambios transformacionales, no incrementales. Los cambios que necesita la Agenda 2030 deben ser de gran envergadura, no de pequeñas metas.

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