La transformación digital de tu negocio ya no da espera

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Contenido del artículo

- Factores clave en el proceso de transformación digital
- Autodiagnóstico y KPIs en los procesos de transformación digital
- La ruta de la transformación digital
- ¿Cómo medir el avance de un proyecto de transformación digital?
- ¿No transformarse digitalmente significa riesgos para las empresas?
        » Modelo de madurez para la transformación digital de los Centros de Transformación Digital Empresarial (CTDE)

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Factores clave en el proceso de transformación digital

La transformación digital va más allá de lo tecnológico: es un cambio de mentalidad en las organizaciones sobre la importancia de apalancarse en la tecnología para mejorar los resultados del negocio.

Este es un proceso que la pandemia aceleró y que es necesario abordar hoy, en vista de que varios de los procesos que antes eran presenciales ahora se hacen en la red, al tiempo que se impone el trabajo en casa o el trabajo remoto.

Aunque el cambio depende de las características de cada compañía o del área cuyas funciones pueden optimizarse por medio de soluciones digitales, en términos generales, hay ciertos factores que hacen parte de una estrategia de transformación digital, que se deben tener en cuenta; de acuerdo con Santiago Pinzón, vicepresidente de Transformación Digital de la ANDI, los más críticos son los siguientes:

 

 

• Liderazgo: el presidente, gerente o cuadro directivo deben comprometerse con la transformación digital para que esta se materialice en la organización, sin importar su tamaño ni sector económico en el que se desempeñe.
• Cultura: se refiere a las estrategias que se deben emplear y promover para que todos en la organización comprendan qué es la transformación digital. Cuando se quiere ser líder en este sentido, se debe estar abierto al cambio.
• Talento: revisar si se cuenta con el indicado, pues en ciertos casos se puede necesitar más personal técnico o directivo para que la transformación digital se materialice. Entre más diverso sea y más propenso a colaborar, cooperar y cocrear, hay más posibilidades de generar productos o servicios innovadores.
• Tecnología: aunque la transformación digital no solo se refiere a ella, es necesario reconocer cuáles son las ventajas que puede brindarle a la empresa.
• Accountability: la capacidad de asumir responsabilidades y rendir cuentas autónomamente por parte de los miembros de la organización es vital para construir y cumplir los KPIs (Key Performance Indicators o Indicadores Clave de Desempeño).
• Optimización de procesos: la transformación digital se hace para mejorar la productividad, así como la calidad de vida de los miembros de la organización y sus clientes. Por eso, es importante revisar cuáles procesos ya son obsoletos y cuáles pueden ser más ágiles, gracias a las soluciones tecnológicas, para generar una capacidad digital permanente.
• Sostenibilidad: la apuesta por modelos de producción como la economía circular resulta clave en esta época, así como conectar el propósito empresarial con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
• Regulación: un negocio puede tener las mejores intenciones o capacidades, pero si el marco normativo no facilita la transformación digital, se convierte en una barrera.

 

Autodiagnóstico y KPIs en los procesos de transformación digital

Una vez analizados los anteriores factores al interior de la organización, es clave adelantar un autodiagnóstico que no solo le permita saber con qué recursos humanos, técnicos y financieros cuenta para transformarse digitalmente, sino establecer sus KPIs.

Para saber qué se quiere lograr y quiénes son los responsables existen diferentes metodologías. Una de ellas es un diagnóstico básico del estado de madurez de la transformación digital para identificar en qué áreas se requieren mejoras, qué información se recopila -ya sea de forma estructurada o no- y cómo se le quiere sacar provecho a los datos. 

Por ejemplo, una empresa puede necesitar transformar digitalmente su área logística y ponerse como metas generar pedidos por medios digitales o mejorar sus tiempos de entrega. Entonces, también debe analizar cuál es la efectividad de su e-commerce, cómo se hacen hacia el interior los trámites para que las ventas sean eficientes y cuál es el efecto medioambiental de su actividad.

Igualmente, pueden acudir al Balanced Scorecard, otra metodología que les facilita conjugar cuatro factores clave cuando se habla de KPI: estrategias, objetivos, medición del desempeño y resultados relacionados con cada área del negocio que se quiere intervenir a lo largo del proceso de transformación digital.

Esta herramienta de gestión, creada por Robert Kaplan y David Norton, resulta útil porque ayuda a aterrizar la estrategia empresarial en indicadores comprensibles para todos los miembros de la organización y facilita su seguimiento tanto a corto, como a mediano y largo plazo.

La ruta de la transformación digital

Con los KPIs claros, la compañía puede diseñar y llevar a la práctica su plan de mejoramiento continuo para ser una organización ágil que responda a los retos del mercado con la tecnología como aliada. De acuerdo con el vicepresidente de Transformación Digital de la ANDI, en este sentido es importante tener presente:

1. Tomar decisiones prácticas, como digitalizar los procesos neurálgicos de la organización, teniendo presentes las metas de sostenibilidad financiera, social y medioambiental.
2. Considerar cuáles soluciones tecnológicas, como el cloud o la analítica de datos, ayudan a optimizar los procesos que se requiera.
3. Promover la cultura en torno a la transformación digital, de manera que los empleados perciban sus efectos positivos y así se pueda aprovechar mejor el talento.

 

“Hay que probar, ajustar, calibrar y hacer rendición de cuentas. Cometer errores es parte del proceso de crecimiento en términos de transformación digital y va de la mano de ensayar nuevos procesos hasta que se hagan tangibles la apropiación tecnológica y el aumento de la productividad”, afirma el experto.

¿Cómo medir el avance de un proyecto de transformación digital?

Para realizar esa medición y rendición de cuentas se debe volver a los KPIs. Si la pregunta inicial, por ejemplo, fue cómo potenciar el proceso de mercadeo, será necesario revisar cuáles canales se están usando, qué participación tienen los digitales, cuáles son los resultados de las estrategias que se despliegan en redes sociales, qué calificación o comentarios hacen los clientes sobre la empresa y qué ahorros en tiempos de atención se están logrando.

Al final, esas preguntas ayudan a los negocios a saber qué tipo de innovaciones en términos digitales los están conduciendo a obtener nuevos o más ingresos para así poder tomar decisiones con mayor eficiencia y rapidez con base en los datos. Al mismo tiempo, les sirven para saber cuál es el impacto que están generando en cuanto a sostenibilidad.

“Los KPIs -asegura Santiago Pinzón- no pueden ser simplemente un estado de resultados, sino una capacidad robusta que les permita a las empresas involucrar a las personas en los planes y tener una capacidad de seguimiento y una capacidad táctica que faciliten la generación de nuevos proyectos para así lograr que la transformación digital sea permanente”.

 

 

¿Qué riesgos asumen las empresas que no avanzan en la transformación digital?

Adicionalmente, en un entorno de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA) como el actual, las empresas deben ser conscientes de que su principal riesgo es no transformarse digitalmente. De lo contrario, de acuerdo con Santiago Pinzón, se exponen a:

Modelo de madurez para la transformación digital de los Centros de Transformación Digital Empresarial (CTDE)

Los CTDE hacen parte de una estrategia del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones e iNNpulsa Colombia, en alianza con cámaras de comercio, gremios, cajas de compensación e instituciones de educación superior.

En estos centros, las pequeñas y medianas empresas acceden a un diagnóstico sobre el grado de adopción tecnológica que tienen en su negocio. Mediante este, pueden identificar cuáles son sus procesos clave que generan valor y con qué habilitadores o condiciones cuentan para lograr la transformación digital. 

Dependiendo de sus resultados, obtienen una ruta para que desarrollen capacidades organizacionales que favorezcan su proceso. Las que van más avanzadas, además, reciben el acompañamiento para la implementación de ciertas herramientas tecnológicas como un CRM (Customer Relationship Management) o un ERP (Enterprise Resource Planning).

Este “Modelo de madurez para la transformación digital” se centra en el concepto de cadena de valor de la empresa formulado por Michael Porter. Esta, a grandes rasgos, se divide en cinco categorías:

1. Cadena de suministro colaborativa.
2. Operaciones y prestación de servicio.
3. Innovación de productos y servicios.
4. Relación con el cliente.
5. Gestión inteligente (es transversal a las demás).

 

Sin importar su tamaño o sector, estas categorías están presentes en todas las empresas y dentro de ellas existen procesos concretos que tienen mayor o menor relevancia para el negocio. Esta relevancia determina en cuál o cuáles procesos se debe enfocar la transformación digital.

 

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