Inteligencia emocional: equipos de trabajo de alto rendimiento

La formación recibida por millennials y centennials, y el contexto en el que crecieron, se refleja en su desempeño laboral. Por eso, los empresarios tienen el reto de desarrollar entre sus equipos, habilidades blandas que les permitan generar la mayor productividad y compromiso de los diferentes grupos generacionales que interactúan en la organización.

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En este contenido encontrarás:

- Los millennials y centennials en el ambiente laboral
- Inteligencia emocional en el trabajo: el mayor reto
- ¿Cómo manejar las crisis emocionales de millennials y centennials?
- La importancia de la comunicación asertiva

Los millennials y centennials en el ambiente laboral

Las empresas enfrentan el reto de generar entornos atractivos para las nuevas generaciones de trabajadores jóvenes, más conocidos como centennials o millennials. Esta nueva fuerza laboral tiene expectativas muy diferentes a las de sus antecesores: no buscan un trabajo estable y fijo, tampoco les motiva trabajar desde un cubículo en una oficina ni ser compensado únicamente con dinero.

Los millennials y centennials (Gen Z), de hecho, están reevaluando lo que más les importa, mientras lidian con la incertidumbre generada por la pandemia, los conflictos geopolíticos y la desigualdad económica, señalan los hallazgos de la “Encuesta Millennial y Gen Z 2022”, elaborada por Deloitte.

“Hoy estas personas quieren trabajar desde el mar y obtener beneficios más emocionales que salariales, como vacaciones más largas o poder llevar a sus mascotas a la oficina”, asegura Daniel Español, gerente de Marketing de la multinacional de recursos humanos Gi Group Colombia.

Esto impone desafíos relacionados con el desarrollo de habilidades blandas como la inteligencia emocional y la comunicación asertiva para promover procesos organizacionales que atiendan sus necesidades, y les permitan prevenir fenómenos como el burnout o el agotamiento, que es una de las principales causas de la rotación de personal en las organizaciones.

Inteligencia emocional en el trabajo: el mayor reto

Los millennials y centennials tienden a ser innovadores, proactivos, propositivos y disruptivos. Por eso, resultan claves para impulsar la transformación digital que adelantan las compañías. Sin embargo, en términos generales, fueron formados con mayores privilegios que las personas mayores.

“Actuar con inteligencia emocional en el contexto laboral consiste en ponerse en los zapatos de esas personas. Esto significa reconocer cómo fueron formados, saber qué nivel de asertividad o de expresar amablemente sus deseos tuvieron en casa y entender su visión acerca de los procesos en los que intervienen”.

Daniel Español, gerente de Marketing de la multinacional de recursos humanos Gi Group Colombia

En la práctica, para llegar a consensos con las personas más jóvenes es clave que los líderes establezcan criterios negociables y no negociables. Aunque estos varían entre una organización y otra, el experto de Gi Group dice que tienen los siguientes puntos en común:

No negociables: se trata de criterios como la integridad personal y el respeto, pues ningún millennial o centennial debería tener licencia para tratar de manera inadecuada a sus compañeros o jefes, así como tampoco tiene por qué ser el objeto del maltrato.

Otro criterio no negociable es el cumplimiento de objetivos, pues todos los colaboradores, independientemente de la generación a la que pertenezcan, deben realizar sus tareas y suministrar los entregables a tiempo.
Negociables: se refieren a criterios como el horario flexible, trabajar fuera de la oficina, tener una planta al lado del escritorio o llevar a su mascota al trabajo, contar con café caliente y té chai todos los días o recibir pases para ir a jugar bolos o entradas a un museo.

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¿Cómo manejar las crisis emocionales de millennials y centennials?

La encuesta de Deloitte reveló que el 46 % de los centennials y el 38 % de los millennials a nivel global están estresados la mayor parte del tiempo como consecuencia de la presión de sus cargas de trabajo.

De hecho, una de cada cinco personas de las dos generaciones cree que sus jefes no se toman en serio esa problemática ni toman medidas para resolverla. Daniel Español reconoce que, actualmente, no existen protocolos para atender las crisis emocionales de los millennials y centennials en el trabajo.

Tampoco se contempla brindarles ayuda psicológica especializada o enviarlos a un coach porque representa una inversión económica y una intervención diferente a la relacionada con la contratación de una persona.

Sin embargo, las organizaciones sí están prestando atención a la salud mental y a la incidencia de la inteligencia emocional en el desempeño laboral. “Las empresas ya identificamos que sí podemos hacer un acompañamiento a nuestros colaboradores y brindarles una guía para que se oxigenen y tengan con quién hablar, aunque se trata de procedimientos a los que no solo tienen acceso los trabajadores más jóvenes”, afirma el experto.

Desde su experiencia, cuando los millennials o centennials entran en “shock”, resulta igualmente válido invitarlos a una conversación privada en la que expongan sus argumentos y escuchen la retroalimentación de la persona a cargo o de su jefe inmediato.

Incluso desde el proceso de contratación, firmas de consultoría en gestión humana como Orum ayudan a las empresas a diseñar y personalizar soluciones a su medida para que puedan vincular al talento idóneo. Los clientes de Bancolombia, por ejemplo, tienen acceso a dos meses sin costo de servicios de outsourcing en gestión humana y a otros beneficios gracias a una alianza establecida con esta firma.

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La importancia de la comunicación asertiva

La conversación con los millennials y centennials debe estar fundamentada en la comunicación asertiva. Es decir, en la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, llegar a un acuerdo sobre los aspectos negociables o no negociables y comprometerse a seguir trabajando en conjunto.

Con respecto a la forma como debe darse esta conversación, el gerente de Marketing de Gi Group Colombia hace estas recomendaciones:

🤝 Realizar una aproximación a los millenials y centennials en la que se evite generar choques debido a las diferencias educativas o culturales que pueden existir entre personas de la “vieja guardia” y quienes son más sensibles ante las observaciones o correcciones.
🧏 Entablar un diálogo cercano en el que se empiece por preguntar al millennial o centennial sobre su familia, sus mascotas o sus intereses. Un buen líder siempre recuerda si una persona de su equipo compró carro o si se mudó de casa. De esta forma, el otro siente que se le da valor.
✈ Para generar esa cercanía, se pueden adoptar algunas de las palabras usadas por las nuevas generaciones o recurrir a los gustos en común, como “a mí también me gusta viajar”, “yo también fui mochilero” o “también escucho ese tipo de música”.
💭 El líder no puede asumir que todos los colaboradores han entendido una instrucción. Es necesario que pregunten si así fue y, si no, enviar un mensaje aclaratorio o realizar una nueva socialización hasta que el mensaje sea comprendido.
💓 Las retroalimentaciones, igualmente, deben hacerse con respeto y desde una posición cercana, sin olvidar los argumentos que la motivan y, ante todo, los compromisos que las partes se comprometen a asumir en adelante.
🧠 Es clave tener presente que hay personas que comprenden más fácilmente la información numérica, la visual o los colores. Estos tipos de aproximaciones pueden generar un impacto en la forma como se persuade y lograr que la comunicación sea más asertiva.
⚖ Finalmente, si las condiciones de trabajo no son viables tanto para la empresa como para los millennials o centennials, se deben tomar decisiones de fondo teniendo claros los objetivos de la organización y la integridad de las personas.

“Como líderes de las organizaciones debemos entender que la segmentación de la población cambió y que para todos los ‘mundos’ o ‘cabezas’ debe haber cabida. Pero, así mismo, es necesario hacer un llamado a las nuevas generaciones para que comprendan que la realidad es competida, es una jungla de cemento donde se encuentran miles de desafíos. Por eso, para lograr las metas es necesario luchar y comprometerse”, concluye Daniel Español.

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