¿Cómo tomar decisiones empresariales en un entorno VUCA?

La incertidumbre suele paralizar a algunos gerentes o directivos de negocios, pero épocas como esa pueden aprovecharse como una oportunidad para revisar los procesos, detectar rezagos frente a la competencia e impulsar la excelencia operacional a partir de la toma de decisiones acertadas que aporten a la sostenibilidad de las compañías. Lee más aquí.

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Esto es lo que encontrarás en el artículo

- La única constante es el cambio
- Estrategia de negocios: la mejor brújula ante la incertidumbre
- Tres pasos imprescindibles para tomar decisiones en un entorno VUCA

La única constante es el cambio

“La única constante es el cambio” fue una frase pronunciada por el filósofo griego Heráclito que hoy sustenta dos conceptos (por sus siglas en ingles) que definen el entorno en el que se desenvuelven los negocios: VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad) y BANI (Quebradizos, Ansiosos, No lineales e Incomprensibles).

• VUCA fue acuñado por el Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos para definir la condición reinante en el país tras la Guerra Fría.
• BANI, por otro lado, fue acuñado por el antropólogo estadounidense Jamais Cascio para quien algunos de los cambios que experimentamos son más sorpresivos y desorientadores de los que hemos visto, por lo que hace falta un nuevo lente que permita entender “situaciones que son simplemente inestables, caóticas, en las que es difícil prever los resultados”.

Esa realidad, por ejemplo, se refleja en las tendencias de consumo. Los clientes son cada vez más “infieles”. Ya no son como nuestros abuelos que usaban toda la vida la misma marca de camisa, sino que tienen acceso a internet donde pueden investigar quién les ofrece la mejor calidad, leer comentarios de otros compradores en tiempo real y tomar decisiones rápidamente.

La pandemia, que confrontó los peores miedos del ser humano, aceleró la necesidad de estar alertas y preparados en el mundo empresarial porque no solo dejó ver que cualquier cosa puede suceder, sino que la planeación a largo plazo no siempre es efectiva, por lo que vale más una planeación creativa y flexible.

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Estrategia de negocios: la mejor brújula ante la incertidumbre

La pregunta es: ¿cómo tomar decisiones empresariales en un entorno VUCA o BANI? Muñoz asegura que es clave partir de un punto: quienes las toman al interior de las compañías deben tener clara la estrategia de negocio y las prioridades, ya sean generar valor, la experiencia del cliente o mantenerse a la vanguardia.

Así pueden aplicarle a la empresa el “triage” o valoración que se le hace a una persona cuando llega a urgencias médicas. Si hay “peligro de muerte”, se requieren acciones urgentes. Si la necesidad no es tan apremiante, tal vez pueda abordarse a mediano plazo. Si todo marcha correctamente, basta con una “cita al médico”.

La toma de decisiones en los negocios no solo funciona de una forma similar, sino que esta visión permite encontrar hallazgos: cuando se descubre que todo es “urgente” el negocio no está marchando correctamente. Entonces, se debe dirigir a los trabajadores hacia lo importante, según las prioridades establecidas, para tomar las determinaciones precisas en el momento indicado.

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Tres pasos imprescindibles para tomar decisiones en un entorno VUCA

Partiendo de lo anterior, la experta en Lean Six Sigma, una metodología que propone formas de resolver problemas transformándolos en oportunidades y haciendo foco en lo que es bueno y no en lo que genera ineficiencias, da estas tres recomendaciones para tomar decisiones en un entorno como el actual:

1. Como el statu quo no es el mejor aliado para mantenerse a flote en un ambiente complejo, las empresas requieren buscar oportunidades de mejora donde ellas mismas u otros no las ven y retarse a actuar de una forma diferente. Es decir, innovar. Ya no vale decir “toda la vida lo hemos hecho así”, sino ser creativos y apostarle, a partir de lo que se decida, a buscar la mejora continua. Para esto, pueden implementar pequeños pilotos que les permitan avanzar sin realizar grandes esfuerzos o inversiones hacia las mejorías que quieren lograr en sus procesos o en ese producto o servicio que quieren sacar al mercado.
    
2. La meta siempre debe ser generar valor para los clientes, los empleados y el negocio. Esto significa enfocar los esfuerzos en ofrecer productos, servicios o experiencias a los clientes para que busquen a la marca y la referencien como la mejor; buscar que los empleados estén motivados de manera que su trabajo no sea resulte monótono, dando espacios para buscar innovación y elevar la productividad para que se traduzca en un flujo de dinero constante para el negocio. En suma, es necesario buscar que la empresa además de ser sostenible porque vende, lo sea porque optimiza sus costos y gastos, entre otros.
    
3. Mantenerse a la vanguardia en cuanto a las nuevas tecnologías que pueden representar más innovaciones o mayores eficiencias y comprometerse con el desarrollo de nuevas habilidades de los empleados que les faciliten responder a los retos del entorno. Antes las empresas solían decir que eran expertas en una actividad, pero en un entorno VUCA como el de hoy, lo que deben ser es experimentadoras. Esto les permite tomar conocimientos o tecnologías que se generan día a día y adaptarlas según su conveniencia para confrontar el ambiente volátil en el que, seguramente, se seguirán moviendo.

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“Existen factores que una empresa no puede controlar, pero otros que sí como optimizar los costos y gastos y elevar la productividad sin dejar de lado las estrategias de venta. Actualmente, crecer puede dar temor, pero en este caso se puede buscar la excelencia operacional y dejar la expansión para cuando se tenga mayor certeza. Sin embargo, el peor pecado que pueden cometer las empresas es quedarse inmóviles. Encontrar la oportunidad en lo que sí se puede controlar, garantiza la supervivencia en el tiempo””, finaliza Muñoz.

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