¿Recuerdas cuando aprendiste a manejar? De niños aprendimos a andar bicicleta y, ya de adultos, a manejar un automóvil, ambas experiencias similares: la emoción de aprender algo nuevo, el tiempo invertido en dominarlos sin temor a posibles accidentes y, durante los recorridos, la incertidumbre de hasta dónde podríamos llegar.
Montar en bicicleta es el equivalente a ahorrar y manejar un automóvil es equivalente a invertir, ambas nos llenan de emoción, pero aprendimos que invirtiendo podemos llegar más lejos.
Cuando invertimos, tenemos una meta que nos emociona: queremos una mejor vida con más oportunidades para nuestra familia, comprar nuestro primer automóvil o hacer un gran viaje. Sabemos que la recompensa no la obtendremos inmediatamente, que requiere tiempo para lograrse y somos conscientes de que muchas cosas pueden pasar durante ese período.
Varios elementos rodearon nuestra experiencia al manejar y que aplican a invertir: los pasos esenciales, conocer el proceso, entender los riesgos, comprender cada parte y cómo trabajan en conjunto, nosotros mismos determinamos nuestra ruta y el medio para recorrerla según nuestra meta.
Recuerda que al elegir la inversión que te llevará a tus metas, debes tener en cuenta en todo momento los beneficios que esperas obtener (los objetivos), el tiempo que tienes para lograrlo y lo que estás dispuesto a tolerar (tu disposición al riesgo).
Forex es el diminutivo de Foreign Currency y Exchange, que en español es intercambio de divisas. Aquí es en donde se llevan a cabo los distintos intercambios de las diferentes monedas del mundo.