Efraín Bolaños:
el ingenio de un visionario
Tras crecer entre los cultivos de caña de azúcar del valle del Cauca, Efraín sintió la necesidad de continuar su vida entre los ingenios. Durante más de 40 años ha consolidado uno de los grandes de la región, Agropanela Santa Helena, generando más de 100 empleos y cultivos limpios.
Cuando era un niño, Efraín Bolaños acompañaba a su padre a los ingenios azucareros en los que trabajó toda su vida como cañicultor y transportador de caña. Aquel contacto temprano con el campo lo irradió y ese encanto por el mundo de los cultivos y el azúcar le ha durado casi medio siglo.
Durante los 45 años que ha vivido de las tierras fértiles del Valle del Cauca, no solo ha buscado crecer su propio ingenio, Agropanela Santa Helena, sino también en convertirlo en uno de los principales generadores de empleo de la región. Hoy, trabajan en la compañía más de 100 personas; entre el trapiche, la molienda, la parte administrativa de la empresa, los cortadores de caña y otros trabajadores del campo.
Efraín comenzó su propio camino con una finca alquilada en la vía a Florida, Valle del Cauca. Durante nueve años trabajó el terreno con empeño, al punto de llegar a producir más de mil bultos semanales. Un tiempo después adquirió Santa Helena, un antiguo trapiche ubicado en Pradera,
el cual ha venido reformando para aumentar la producción y convertirlo en la piedra angular de un negocio que con el tiempo ha alcanzado las dimensiones de uno de los ingenios azucareros más importantes de la región, con 14 fincas, en las que se cultiva de manera limpia y tecnificada, sin generar impacto negativo en el medio ambiente.
Durante este tiempo Efraín ha considerado a Bancolombia como su primer aliado en el crecimiento de su negocio. A lo largo de su recorrido se ha servido de diversos productos de crédito que le han permitido expandir Agropanela Santa Helena, exportar sus productos y tener como clientes a grandes multinacionales. De su consolidación se han derivado beneficios no solo para sus trabajadores, sino para los habitantes de Pradera y sus veredas. Varias decenas de viejitos, habitantes de tres ancianatos de la región, tienen sus dotaciones de panela aseguradas gracias a esta compañía. Además, Efraín pagó el alumbrado en la vía la Tupia, de Pradera, que lleva hacia el trapiche, y patrocina torneos de fútbol y otras actividades de recreación entre los jóvenes de región.
Hacia el futuro, Efraín proyecta consolidar un sistema de producción industrial, empezar a generar su energía para abastecerse y continuar de diversas maneras el camino en ascenso en el que, durante estas décadas, ha venido cristalizando y haciendo propias sus visiones de la infancia.