Ansermeña de plátanos S.A.S
Ansermeña de Plátanos,
trabajando por las raíces de la región
Lo que define a un emprendedor es su capacidad de transformar realidades y ver oportunidades donde otros solo ven problemas. Así es Jaime Marín, quien encontró en el plátano pelado la solución al negocio de un gremio que parecía destinado a los malos pagos.
La pandemia fue un punto de quiebre para muchos. Este fue el caso de Jaime Marín, a quién, tras 15 años trabajando en Bogotá como director contable y financiero en una empresa, le pidieron la renuncia. Decidió tomarse un año sabático para pensar en su futuro. El lugar elegido fue Anserma, Caldas.
Estando allí, se dio cuenta de los problemas con los que debía lidiar el primo de su esposa y otros productores de plátano del departamento, quienes comercializaban en plazas de mercado y abastos. Gran parte del producto se despreciaba por la apariencia de la cáscara, aunque por dentro estuviera en buen estado. O incluso, les pagaban mucho menos por él.
A Jaime se le ocurrió una forma de contrarrestar el problema: industrializar el proceso y vender el plátano pelado. De esta manera se minimizaría el desperdicio y, lo más importante, los agricultores podrían llegar a otros sectores, como las empresas que venden snacks. Fue así como Jaime Marín se asoció con el primo de su esposa, Germán Darío Castaño, y crearon la empresa Ansermeña de Plátanos S.A.S. (Anserplat).
En solo dos años, la empresa ya genera empleo directo a 112 personas, de las cuales 20 son madres cabeza de familia, víctimas del conflicto, quienes encuentran estabilidad económica y dignidad en su trabajo. El crecimiento de Ansermeña de Plátanos no trae solo beneficios para sus socios, sino para campesinos de los departamentos de Caldas, Chocó, Huila y Antioquia quienes negocian sus cultivos a través de Anserplat. Únicamente el 5 % de la producción es sembrada por ellos en Anserma. El otro 95 % corresponde a la compra, a precios justos, que hacen a 212 productores, quienes están congregados en 13 asociaciones plataneras municipales a nivel nacional.
Uno de los objetivos de Anserplant es generar economías rentables para los productores, así como buenas prácticas dentro de los cultivos, haciéndolos cada vez más autosostenibles.
Actualmente, cuentan con cinco parcelaciones de monocultivo de plátano, en las que hacen desarrollo y acompañamiento técnico e industrial a los campesinos para sacar más plátano y de mejor calidad. “El precio de los plátanos ha podido aumentar gracias a que maquiladores, como nosotros, estamos en la capacidad de garantizar a los cultivadores la compra de sus cosechas. Eso les da una nueva motivación”, asegura Germán Darío Castaño.
Anteriormente, los cultivadores de plátano vendían a $400 el kilo. Ahora, gracias al aumento en la demanda y al trabajo articulado, pueden vender a $2.500 o $3.000 el de primera calidad, y el de segunda a $1.800. Lo que indica que se multiplicó por seis el precio del alimento. Y así mismo mejoró la vida de quienes lo cultivan.
Durante el proceso, Bancolombia ha sido un gran aliado para la compañía. Jaime recuerda que, cuando comenzó el proyecto, pidieron los primeros préstamos a título personal, pero, meses después, el banco vio el impacto que Anserplat generaba en el sector. A partir de allí les dio el crédito para la compra de un camión para hacer más eficiente el transporte del producto y para la construcción de una segunda planta en Copacabana, Antioquia, ya que la de Caldas se había quedado pequeña. Bancolombia sigue trabajando de la mano con Anserplant, por eso, acaba de darle un nuevo cupo para continuar jalonando la economía de la región y de Colombia.
Ansermeña de Plátanos empezó vendiendo 40 toneladas mensuales de plátano pelado; hoy, gracias al trabajo propio y al de sus proveedores, tiene la capacidad de sacar 250 toneladas mensuales de plátano verde pelado y 200 toneladas de plátanos maduros con cáscara. Estas cifras se traducen en crecimiento y buenas prácticas para el agro colombiano, en trabajo digno y rentable para todos los involucrados en la industria platanera y en bienestar y calidad de vida para las personas de Anserma y otros municipios de Caldas. A Anserplat le importa la gente y la gran meta que tiene como empresa es la de gestionar recursos para la construcción del Hogar de Cuidado Infantil Niña María y el patrocinio de los equipos infantiles de fútbol del Club Deportivo Anserma, donde las nuevas generaciones serán las más beneficiadas.
Jaime está convencido de que lo que necesita Colombia es que todos creamos más en las personas, en las buenas ideas y en que se puede sacar el país adelante a punta de emprendimiento y persistencia en el propósito. Y, por supuesto, entendiendo que hay que cuidar al campo porque es nuestro futuro.
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