Construyendo Futuro,
la escuela de Planadas que reescribe su historia
El municipio del Tolima vivió con el estigma de la guerra por muchos años. Fueron necesarios el coraje de Camilo Enciso y la tenacidad de los productores para cambiar la narrativa. Hoy es el café excelso y los jóvenes quienes exportan no solo los mejores granos sino también la nueva identidad de la región.
Planadas es una tierra bendecida por la fertilidad y por su gente, hombres y mujeres resilientes que jamás perdieron la esperanza de encontrar la paz. Muchos de ellos aprendieron las técnicas para cultivar café excelso y, aunque lo hicieron con maestría, el camino no fue fácil: el temor a la delincuencia en el territorio hacía cada vez más grande la brecha entre los productores y el cliente final.
Camilo Enciso, tras vivir por años fuera del municipio, regresó con el sueño de sacar adelante a su comunidad. En el año 2013, creó, con otras 284 personas, la Asociación de Productores Ecológicos de Planadas (ASOPEP) con el fin de abrir nuevos mercados para ese café exquisito que se destacaba dentro de los concursos de calidad realizados en Colombia y el mundo. Pero, sobre todo, con el objetivo de apoyar a las 6.000 familias productoras, que, con sus 16.000 hectáreas de plantas de café han posicionado al municipio como el tercer productor a nivel nacional.
El empeño de ASOPEP ha sido contundente. Trabaja de la mano con la Agencia Francesa de Desarrollo, el Fondo Multidonante de Naciones Unidas, entre otros organismos internacionales, para generar programas de capacitación y desarrollo para los caficultores. Construyó 10 puentes para comunicar veredas que no contaban con vías y creó el laboratorio-escuela Construyendo Futuro, para 20 niños entre los 8 y 18 años en el que aprenden música, natación y todo lo relacionado con el café. Hoy son más de 60 los niños y jóvenes que se han formado en la institución y han logrado visitar países como Rusia, China, Nueva Zelanda y Alemania para promocionar los cafés de su municipio.
Es tan emocionante como paradójico que, tras haber nacido y vivido en un lugar cobijado por la guerra, el programa Construyendo Futuro de ASOPEP haya ganado el Premio Nacional de la Paz, otorgado por la Fundación Grupo Social, la Embajada de Suecia y la Fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung. Por su parte, ASOPEP fue reconocida como una de las empresas más innovadoras del sector cafetero en Colombia y certificada internacionalmente como Comercio Justo.
Para Camilo Enciso, sus asociados son lo más importante. Por eso, accedió al programa de Encadenamientos Productivos de Bancolombia con el que los caficultores pueden acceder a préstamos para mejorar sus fincas, construir cocinas, comprar maquinaria y solventar otras necesidades a tasas de interés justas y sin tener que presentar documentos. Adicionalmente, el acompañamiento del banco les ha abierto a ellos las puertas a la formación en educación financiera, al fortalecimiento del productor y de la organización; además de ser su gran aliado en la comercialización del café a nivel internacional.
Dentro de los planes a futuro, comenta Camilo, está un proyecto de vivienda, con el que se busca entregar lotes a los asociados con el fin de construir un gran barrio en Planadas. Se espera que este proyecto cuente con el apoyo de Bancolombia y de otras entidades regionales, y así poder materializar los sueños de 120 familias campesinas y trabajadoras de la región.