Los retos que implica el incremento del trabajo remoto

Tendencias13-10-2020

La adopción del trabajo remoto venía dándose paulatinamente en el mundo, algunos países con más avances que otros, pero con la llegada de la pandemia se aceleró este proceso. Sin duda, tanto los líderes como los empleados fueron sorprendidos ante el reto de trabajar fuera de las oficinas. Pero no solo eso, también compartir el mismo espacio de trabajo con las tareas del hogar, sumado a las noticias sobre la propagación y efectos del covid-19.

En la siguiente entrevista a Adriana Mejía, directora de Formas de Trabajo del Grupo Bancolombia, quien lidera la masificación de esquemas flexibles de trabajo en esta entidad financiera que desde 2012 viene adoptando el trabajo remoto, conoceremos su visión sobre los desafíos que representa crear y masificar estos esquemas de trabajo.

Vale la pena resaltar que Bancolombia en medio de esta coyuntura ha seguido operando con más de 20 mil personas conectadas a los programas ofimáticos, con más de 6 millones de archivos compartidos y más de 109 terabytes de información, lo que ha representado lecciones en cuanto a garantizar la conexión de todo el personal, fomentar el trabajo colaborativo y, por supuesto, hacer grandes esfuerzos en ciberseguridad.
 

¿Su organización está lista para trabajar permanentemente desde casa?
Descúbralo aquí

Le puede interesar:
Cómo gestionar y evaluar un alto desempeño en la virtualidad
 

El mayor reto del trabajo remoto es desarrollar un nuevo estilo de liderazgo

Para masificar un esquema flexible de trabajo es necesario contar con la tecnología y la formación apropiada para que toda la organización adopte las herramientas y realmente se logre un trabajo colaborativo. Se requiere también del compromiso de los empleados para trabajar en pro de lo que la compañía requiere, pero, el mayor reto que destaca Adriana es desarrollar el estilo de liderazgo que haga sostenible en el largo plazo esta masificación del trabajo remoto.

El líder que se requiere actualmente se caracteriza por:

• Dar lineamientos claros que refuercen la estrategia de la organización. Un buen líder sabe comunicar claramente los propósitos y tareas en los que quiere que la gente enfoque su energía. Para eso, debe conocer bien el propósito organizacional y saber alinear las actividades de su equipo a la consecución de tal objetivo macro.
• Tener capacidad de renuncia para no involucrarse en asuntos sin importancia. El líder debe ayudarle a su equipo a enfocarse en lo que realmente genera valor y también debe reconocer que no tiene que estar en toda reunión o decisión. Su foco debe estar en lograr los resultados propuestos para su equipo. Es labor del líder lograr un entendimiento compartido de lo que es realmente importante.
• Confiar en su equipo. Uno de los mayores retos para los líderes con el trabajo remoto es confiar en las personas, tener la convicción de que son capaces de ser efectivos y autónomos en el logro de las actividades encomendadas sin un supervisor durante toda la jornada. El líder debe hacer responsables a los empleados de los objetivos y comunicarles su confianza, y esto se logra no solo con palabras, sino dejando la supervisión constante o los controles coercitivos.
• Ser empático. Dedicar tiempo a escuchar y entender las perspectivas de los empleados, sus temores y sueños es una labor de un buen líder, no solo en medio de esta coyuntura, sino desde siempre. Esto permitirá que los empleados se sientan atendidos y valorados, además fomenta el sentido de pertenencia.
• Enviar mensajes simples y oportunos. El personal de las empresas no solo sufre incertidumbre al no estar dentro de las oficinas sin saber qué está pasando con la empresa, sino que a veces se enfrentan a una sobrecarga de información. El líder debe ser selectivo sobre qué mensajes enviar, ser lo más claro posible y ser oportuno al compartirlos. Las personas necesitan saber qué está pasando, qué decisiones se están tomando, cómo les puede afectar y cuáles son sus aportes.
• Medir los resultados. Más que las horas de trabajo, el enfoque del líder debe estar en la consecución de los resultados en los tiempos razonables ya estipulados.  Para eso se pueden establecer seguimientos periódicos para conocer el progreso de los objetivos y crear estrategias para lograrlos. Asimismo, el líder debe dar importancia a los datos para la toma de decisiones.
• Cuidar la cohesión del equipo. Un buen líder se preocupa por el bienestar de la gente, no solo por su productividad. Busca espacios para fortalecer las relaciones de sus empleados, para compartir tiempo en actividades extralaborales, conocer su cotidianidad y aportar para que se sientan parte de un equipo, de una organización que reconoce su aporte en la consecución de logros.
• Administrar bien el tiempo. Es fundamental que los líderes se aseguren de respetar los tiempos de sus empleados y promuevan el balance entre lo laboral y personal. Para ello, es importante programar reuniones y actividades sin afectar los horarios y días de descanso de las personas.

¿Te pareció útil este contenido?