Crisis en la logística internacional: retos y oportunidades

Actualidad economica y sectorial21-12-2021

Contenido del artículo
- Origen de la crisis de contenedores y la logística internacional
- ¿Cómo afecta la crisis de contenedores a los empresarios?
- Inflación: efecto de la crisis logística internacional en los consumidores
- Estrategias para superar la crisis de contenedores

Origen de la crisis de contenedores y la logística internacional

La alarma está encendida: se está presentando escasez de productos e incrementos en precios en todo el mundo por cuenta de lo que se ha llamado la ‘crisis de los contenedores’ que, en pocas palabras, se trata de que hay pocos contenedores para transportar insumos. Esto está ocasionando un ‘trancón’ en los puertos debido a que hay barcos esperando ser cargados, con las consecuentes demoras en las entregas de los pedidos.

Esto ha hecho que, por ejemplo, los costos de los fletes marítimos hayan pasado de USD3.000 a cifras superiores a USD12.000, de acuerdo con información suministrada por el Departamento Económico de Fenalco.

Esta escasez de productos importados empezó a gestarse en 2020 con la llegada de la pandemia, cuando la producción mundial prácticamente se paralizó. Mientras la mayoría de países estudiaban cómo comenzar a reactivar sus economías, China, la ‘fábrica del mundo’, abrió súbitamente su producción, lo que causó un gran impacto debido a que ese país es responsable del 40% del comercio global y posee ocho de los 10 mayores puertos del mundo.

La demanda mundial también se reactivó. Según Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, en el segundo trimestre de 2021 se alcanzó un 22% de incremento en el volumen de mercancías intercambiadas. En general, un 90% se transportan por mar y el 64% se mueve en buques portacontenedores, que pueden transportar 9.000 contenedores equivalentes a 18.000 Teus (por el acrónimo en inglés Twenty-foot Equivalent Unit, o en español, unidad equivalente a veinte pies).

El problema es que puertos como el de Los Ángeles no están preparados para atender esta coyuntura: fallan al momento de descargar los contenedores y regresarlos vacíos a tiempo a su lugar de origen. Adicionalmente, no cuentan con contenedores suficientes para atender a los importadores y exportadores.

Esto genera un ‘trancón’ de contenedores que hace que las navieras restrinjan sus viajes o los programen con menos frecuencia, lo que a su vez incide en un aumento desproporcionado del costo de los fletes, señala Juan Esteban Carmona Ochoa, especialista en comercio internacional de Bancolombia.

Esos aumentos, igualmente, se observan en el transporte a granel. Domingo Chinea, presidente de la Sociedad Portuaria de Santa Marta, explica que los costos en esta modalidad se han incrementado entre 50% y 60%.

¿Cómo afecta la crisis de contenedores a los empresarios?

Para Domingo Chinea, Colombia es un país que, como otros latinoamericanos o africanos, maneja cifras modestas en términos de contenedores y ha sufrido una afectación mínima con la actual crisis. De hecho, se proyecta que este año el tráfico de contenedores crezca 12% frente al año anterior en el Puerto de Santa Marta.

Según Chinea, “los puertos colombianos han hecho inversiones y trabajan siete días a la semana. Nuestros buques siguen llegando y saliendo a tiempo, aunque reconocemos que la disponibilidad de contenedores se ha reducido y que esta situación genera una afectación económica para exportadores e importadores”. 

En esto coincide Analdex, entidad para la cual el impacto en las tarifas de los fletes ha sido mayor en las rutas comerciales de China a América Latina y Colombia que a otras regiones. A principios de 2021, los fletes de China a Suramérica habían aumentado 443% frente al 152% visto en la ruta Asia-Norteamérica, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Esta coyuntura afecta a todos los sectores que participan en el comercio exterior y, especialmente, a los productores de bienes primarios y de alto volumen como café y azúcar. Aparte de los altos fletes, estos deben asumir costos adicionales de almacenamiento y riesgos asociados tanto al deterioro de la calidad de sus productos como al incumplimiento a clientes en el exterior.

Así mismo, se ven afectados sectores como el automotor, pues a la crisis de los contenedores se suma la escasez de microchips. Oliverio García, presidente de Andemos, explica que desde 2020 la industria tecnológica empezó a demandar más productos que la industria automotriz también requiere. Como la demanda no cayó a los niveles esperados, aumentó el desabastecimiento.

“Un vehículo tiene varios procesadores y requiere de autopartes producidas alrededor del mundo que se transportan, mayormente, en buques. Por eso, la escasez de contenedores y microchips genera una escasez global de vehículos. Tal vez solo hasta 2022 podamos ver un restablecimiento de ese suministro”, asegura García.

Para reducir de alguna manera el impacto de esta coyuntura en la economía colombiana, el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior (Comité Triple A) ya decidió que 3.822 productos ahora tendrán cero arancel, es decir 166 subpartidas más con respecto a las contenidas en el Decreto 272 de 2018.

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Mayor inflación: efecto de la crisis logística internacional

La industria automotriz, igualmente, se enfrenta a otro efecto de esta situación que es el traslado de los altos precios al consumidor en vista de la reducción de la oferta. Pero no es la única. En general, los exportadores no pueden ofrecer precios competitivos, mientras que los importadores deben adquirir materias primas más caras y traducir el sobrecosto al precio final.

“Los elevados precios en los fletes de transporte se convierten entonces en una amenaza que puede terminar afectando la actual recuperación económica. Ante este panorama, la inflación ya se encuentra por fuera de la meta de 3%, registrando un 4,33% a septiembre de 2021”, explicó el presidente de Analdex.

Como consecuencia, el Banco de la República ha empezado a reaccionar y a tomar medidas contraccionistas como subir las tasas de interés de intervención buscando mantenerlas en torno al límite del 4%. El objetivo de esta estrategia es que, al reducirse la demanda, se equilibre la oferta y se reduzca también la inflación.

Estrategias para superar la crisis de contenedores

Pero ¿qué medidas pueden tomar las empresas para hacerle frente a la crisis logística internacional actual? María Carolina Uribe, directora de la Industria de la ANDI, explica que aún se deben superar retos como:

• Desarrollar nuevas capacidades productivas y suplir la oferta de productos internacionales (materias primas y bienes intermedios) al aumentar la proveeduría nacional.
• Reconocer que hay sectores obligados a mantener una alta dependencia internacional, como el de la maquinaria industrial, pues fabricarla en el país requiere de una transferencia de tecnología.
• Continuar trabajando en estrategias que apoyen e incentiven la producción colombiana como fuente de proveeduría para la región: nearshoring, cadenas regionales de valor y acuerdos comerciales.

Así mismo, Domingo Chinea, presidente de la Sociedad Portuaria de Santa Marta, aclara que el reto no solo es continuar trabajando 365 días al año, sino hacer las inversiones necesarias en infraestructura vial, ferroviaria, entre otros, para facilitar el transporte de la mercancía desde y hacia los puertos.

Finalmente, Juan Esteban Carmona Ochoa, especialista en comercio internacional de Bancolombia, resume los aprendizajes que deja la crisis de contenedores y que los empresarios pueden aprovechar para evitar mayores disrupciones en sus negocios en escenarios similares:

• Desde los gremios, solicitar reformas que faciliten los procesos comerciales para que sean más económicos y eficientes.
• Implementar procesos de programación logística para hacer mejores seguimientos a la mercancía, anticiparse a futuros problemas y garantizar el acceso a productos o insumos.
• Mejorar la calidad contractual o aprender a negociar mejores condiciones con proveedores y compradores internacionales.
• Monitorear los inventarios. Son una alternativa para blindarse frente a las crisis.
• Transformarse digitalmente para reducir tiempos logísticos y optimizar procesos de compras e inventarios.
• Diseñar planes de contingencia para evitar que inconvenientes con un proveedor puedan poner en riesgo la producción.
• Abrir mercados, como los intrarregionales, y considerar proveedores que ofrezcan fletes más convenientes.
• Atender las necesidades de clientes que desean vender un producto, pero no lo fabrican (private labels).
• Realizar compras a granel junto con otros comerciantes minoristas para beneficiarse así de menores costos de transporte.
• Apostarle a la conversión de productos: pasar a ser distribuidores en vez de ser productores si esto incide positivamente en las ventas.
• Transformar las líneas de producción y tomar materias primas existentes para desarrollar nuevos productos con ellas.

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