Mitos y verdades de la metodología Lean Startup
Lean Startup es la metodología que muchas compañías adoptan para optimizar el desarrollo y el lanzamiento de nuevos productos o servicios. Se trata de una prueba de hipótesis con la cual se puede medir la aceptación de un producto o servicio en desarrollo. Muchas empresas se aventuran a lanzar al mercado productos y servicios que no han sido probados por los consumidores, lo que puede traducirse en una oferta no ajustada a las necesidades del mercado y en desperdicio de tiempo y dinero. La metodología Lean Startup busca conectar a los consumidores con los productos y servicios desde su fase más temprana.
Esta metodología cuenta con cinco principios:
Desde que Eric Ries utilizó por primera vez el concepto de Lean Startup en 2011 —en su libro The Lean Startup: how today's entrepreneurs use continuous innovation to create radically successful businesses—, se han olvidado algunos de estos principios básicos y se han malinterpretado algunas de sus prácticas. A continuación, se presentan los mitos que han surgido en torno a esta metodología de innovación.
Solamente es útil para productos y servicios tecnológicos
Es fácil inclinarse por esta creencia debido a que Lean Startup surgió en Silicon Valley. Pero la verdad es que su utilidad va más allá del campo de la tecnología, pues puede aplicarse a cualquier tipo de desarrollo para el que se espere la respuesta de la audiencia. Para la experimentación científica que requiere el Lean Startup, es fundamental conocer el concepto de MVP (minimum viable product o producto mínimo viable), un prototipo que incluye muchas de las funcionalidades del producto final. Un MVP es algo que no es exclusivo de las startups del área de la tecnología. He aquí varios ejemplos de MVP de diversas industrias:
- Una empresa de calzado que desarrolle un nuevo modelo
- Un estilista que cree una técnica de tintura de cabello
- Un chef que experimente con un nuevo menú
Es cierto que este método es científico y que está lleno de lenguaje técnico, pero su aplicación va más allá de las industrias tecnológicas.
Implica probar versiones “baratas”
Algunas personas creen que los productos mínimos viables son “versiones baratas” de los productos o servicios definitivos. Pero no es eso exactamente de lo que se trata este modelo. El Lean Startup ayuda a reducir costos porque los productos se prueban antes de lanzarse y se modifican de acuerdo con las respuestas de los usuarios y no con la intuición del empresario.
Lean Startup no significa escatimar en calidad y presentar una versión barata de un producto. De hecho, hacer eso es correr un gran riesgo, pues se estarían midiendo variables que más tarde se cambiarán y el aprendizaje validado podría arrojar demasiadas modificaciones sobre la versión presentada. El segundo principio de Lean Startup dice que el espíritu empresarial es la gestión y la única manera de gestionar correctamente una idea es presentarla fielmente y no escatimar en su producción o creación.
Es un método rápido y para compañías pequeñas
Sí, es una metodología fluida, pero eso no significa que sea rápida. Einstein decía que el tiempo es relativo y esto es válido también en la metodología científica de Lean Startup. Las pruebas controladas permiten optimizar los tiempos de producción e incluso adelantarse a la distribución mediante los early adopters, los primeros clientes que prueban el producto y ofrecen sus reacciones, sobre las cuales se aprende hasta desarrollar la versión final. Pero una compañía puede tardar meses en desarrollar un MVP o en encontrar una cierta cantidad de clientes que le ayuden a validar las hipótesis de su producto o servicio. Asimismo, puede tardar semanas en cambiar elementos para adaptarse a las respuestas de los clientes. Una compañía del tamaño de Apple, por ejemplo, tardó dos años y medio en desarrollar el primer iPhone. Aun cuando Steve Jobs contaba con un gran equipo de trabajo, Apple tuvo un arduo trabajo para presentar al mercado el primer smartphone.
Es verdad que la mayoría de las startups no apuntan en el corto plazo a crear productos al estilo de Apple, pero conocer el proceso de desarrollo del iPhone ayuda a comprender que esta metodología agiliza procesos, pero no logra que las cosas surjan inmediatamente. Lean Startup es una metodología que intenta asegurar el éxito del lanzamiento de nuevos productos o servicios, gracias a que aprovecha el aprendizaje validado. Su aplicación es mucho más universal de lo que se cree, si se siguen fielmente sus principios básicos y se entiende que no es una receta mágica, pero sí efectiva.
Recuerda:
- Aunque se le asocia con la innovación tecnológica, la metodología Lean Startup puede aplicarse a productos y servicios de compañías de todo tipo capaces de desarrollar un MVP y, a partir de él, lograr un producto que cale en el mercado.
- El Lean Startup ahorra recursos, facilita procesos y estimula la creatividad, pero eso no quiere decir que implique el desarrollo de prototipos baratos, ni que sea un método rápido y con resultados automáticos. El Lean Startup es ideal para empresas que quieren validar sus ideas antes de salir al mercado, y que en lugar de guiarse por la intuición, escuchen lo que dicen sus clientes.
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Resumen: Lean Startup es una metodología de desarrollo de productos y servicios muy utilizada. Sin embargo, muchas de sus prácticas originales se han malentendido y, como resultado, hoy se explica y se aplica de manera tergiversada. Estos mitos hacen que sea confuso emprender un camino guiado con la metodología Lean Startup. Saber qué es y qué definitivamente no es Lean Startup ayudará a los emprendedores en su gestión.
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