Tecnologías de punta transforman el e-commerce

El e-commerce no parará de crecer. Hasta ahora esta industria ha sido capaz de mejorar el proceso de compraventa, la relación con el cliente, las oportunidades de negocio y la productividad de las empresas, que han ganado en competitividad frente al comercio tradicional.

El crecimiento del comercio electrónico depende, en gran medida, de un importante aliado: la tecnología.

¿Por qué la tecnología hace del e-commerce un negocio más competitivo? La tendencia a comprar en línea está en auge, algo comprensible en una sociedad de millennials y posmillennials. Es más cómodo, es más rápido y se reduce la necesidad de ver el producto en físico, precisamente porque la tecnología ha brindado herramientas que responden a las exigencias de los consumidores y que hacen más cercana la experiencia de compra.

Entre estas herramientas podemos encontrar la interacción con asistentes virtuales, la posibilidad de recibir un pedido el mismo día y las aplicaciones que utilizan la realidad aumentada para probar cómo se vería un mueble en determinado espacio, cómo le quedaría una prenda de vestir a un cliente o qué tal luciría cierto maquillaje, todo sin cruzar la calle.

Estas son algunas de las tecnologías que mejoran los servicios del comercio electrónico:

1. Realidad aumentada para probar un producto

La tecnología ha cerrado la brecha entre las tiendas físicas y las tiendas en línea respecto a la posibilidad de interactuar con un producto. Para los clientes es muy importante tener contacto con los productos que desean adquirir, por lo que siempre intentan probarlos para saber si realmente encajan con lo que buscan. La buena noticia es que ya es posible hacer eso sin salir de casa.

La realidad aumentada permite simular virtualmente un producto, esta innovación tecnológica le ha quitado el miedo a los consumidores de devolver algo adquirido en línea porque no funcionó. Ahora pueden tener una idea precisa del producto antes de comprarlo.

Miles de empresas en todo el mundo han invertido en esta tecnología, como Amazon, Ray-Ban, Target y Alibaba. Ikea, la empresa sueca dedicada a la fabricación de muebles, fue una de las primeras en incursionar en la realidad aumentada: con su aplicación Ikea Place se puede saber cómo quedaría un mueble en una habitación o una oficina. Su funcionamiento es sencillo: solo es necesario escanear el espacio, seleccionar en el catálogo el producto deseado y “colocarlo” virtualmente en el sitio elegido. No solo se puede probar cómo se ve, sino si el mueble se adapta a las dimensiones del lugar.

Por su parte, la cadena de cosméticos francesa Sephora permite probarse virtualmente un pintalabios o una sombra de ojos con el uso de realidad aumentada. Tras escanearse el rostro con la aplicación Visual Artist, los consumidores pueden probarse diferentes maquillajes en su rostro. L’Oreal no se quedó atrás y también posee su propia aplicación: Makeup Genius.

2. Un e-commerce conversacional

La atención personalizada es una de las tendencias tecnológicas más importantes de este año: las marcas se apoyan cada vez más en tecnologías basadas en inteligencia artificial, como el uso de asistentes de voz y chatbots para satisfacer las demandas de los clientes.

Los chatbots son muy valiosos a la hora de comprar, porque ofrecen recomendaciones y despejan dudas sobre las especificaciones de algún producto. Todo ello con la ventaja de ofrecer asistencia las 24 horas del día, los siete días a la semana.

Un ejemplo de un chatbot exitoso es el del diseñador de moda Michael Kors: su marca decidió incorporar, a principios de este año, un chatbot en su reloj inteligente para que enseñe a sus consumidores a sacar provecho de todas las funcionalidades y características del dispositivo.

El caso de los asistentes de voz se debe al impacto que han tenido los asistentes virtuales Siri de Apple, Cortana de Microsoft, Alexa de Amazon y Google Home, empleados ahora para hacer compras. El 40% de los milennials necesitan algún asistente de voz antes de adquirir cualquier cosa, por lo que recurren a un asistente virtual para elegir el mejor producto.

3. Rapidez y flexibilidad en las entregas

El fast delivery o entrega rápida ya es una realidad gracias a la tecnología. Muchos comercios, como Amazon, pueden hacer llegar sus productos el mismo día en que son ordenados.

La necesidad de hacer entregas el mismo día ha hecho que el director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, haya probado distintas opciones, como drones de reparto y Amazon Key (un servicio que permite a los repartidores abrir la puerta de la casa del cliente y dejar paquetes en su interior) hasta la instalación de taquillas en tiendas cercanas al consumidor.

Más pronto que tarde se activará el uso masivo de drones para mejorar las entregas, pues la rapidez de los envíos es uno de los factores que hace la diferencia entre comprar en una u otra tienda en línea.

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4. Evolución de los métodos de pago

Cada vez más se emplean métodos de pago electrónicos, mientras que disminuye el uso de tarjetas de débito o crédito. Ya las tarjetas no inspiran la confianza de antes, por la posibilidad de que sus datos se pierdan o se los roben.

Ahora existen tarjetas virtuales, billeteras electrónicas (como PayPal, Google Wallet, Stripe o Shopify) y monedas electrónicas (como bitcoin o ether). Con cualquiera de estas opciones, las compras son más fáciles y seguras.

Apple, mientras tanto, dio un paso adelante con su nuevo método de pago Face ID, incorporado en el nuevo iPhone X. Ahora los usuarios pueden pagar mediante un gesto con sus rostros, lo que hará que muchas compañías y directivos de e-commerce se sumen a este novedoso sistema o busquen nuevas alternativas para competir con él.

La experiencia de comprar está en constante cambio. Si quieren sobrevivir en los ultracompetidos mercados, las empresas deben subirse a la ola tecnológica. El uso de la inteligencia artificial, el big data, el machine learning y la realidad aumentada serán claves para lograrlo.

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