Lo que aprendí de un año sin viajes de negocios

Harvard Business School Publishing Corp.06-10-2021

Antes de la pandemia, viajar por trabajo era un dilema constante y una fuente de estrés para muchos de nosotros. Mi esposo y yo compartíamos un intrincado calendario de Google codificado por medio de colores, que regía nuestras vidas. Incluía los horarios de los vuelos y la información de los hoteles, y era testigo de la constante negociación y coordinación necesarias para que uno de nosotros estuviera en casa con los niños a la hora de acostarse.

Entre conferencias fuera del estado y una lista de clientes geográficamente dispersa, mi trabajo de consultoría requería muchos viajes; en mi mejor momento, hacía 30 viajes de trabajo al año. El malabarismo era real, pero los viajes de negocios parecían innegociables; sentía que decir “no” pondría en peligro mis oportunidades e ingresos.

Entonces, cuando llegó la pandemia, mi programa de viajes se detuvo de golpe. Ahora que los viajes empiezan a reanudarse, estoy empezando a averiguar cómo será mi futuro. He aquí tres lecciones que he aprendido y prácticas que mantendré de ahora en adelante:

1. MAXIMIZAR EL BIENESTAR EN LOS VIAJES: Durante la pandemia, muchas personas encontraron formas, desde practicar yoga en línea hasta una alimentación más sana, para aumentar sus hábitos de bienestar. Identifique los cambios saludables que ha hecho durante este tiempo y piense en formas de hacerlos portátiles. ¿Puede continuar con su práctica de yoga cuando está de viaje si mete una toalla de playa en la maleta, para hacer las veces de su esterilla de yoga? ¿Puede empacar bocadillos saludables para ayudarlo a mantener el progreso en sus objetivos de nutrición?
    
2. REIMAGINAR LOS RITUALES FAMILIARES: Cuando comenzó la cuarentena, ya no sentí la necesidad de compensar el tiempo perdido con mi familia. Empezamos a pasar más tiempo de calidad juntos. Ahora, cuando llega la hora de comer, todos nos reunimos alrededor de la mesa y contamos lo que hicimos ese día. También reservamos un tiempo especial para tocar música y trabajar en proyectos como familia. Aunque no podremos recrear todos nuestros nuevos rituales cuando vuelva a viajar, pienso utilizar la tecnología para mantenerme conectada con familia. Por ejemplo, meteré en la maleta un libro ilustrado para hacer FaceTime con mi marido y leerles a mis hijos un cuento antes de dormir. También planeo crear y enviar mensajes de video rápidos para mis hijos, para que sepan cuánto los extraño y que pienso en ellos todos los días.
    
3. VIAJAR MENOS Y DE FORMA MÁS INTELIGENTE: Todos hemos encontrado formas de seguir realizando talleres y conferencias de manera virtual durante la pandemia. En adelante, los eventos virtuales seguirán siendo una opción. Para ayudarlo a decidir si debe asistir a un evento de forma virtual en lugar de viajar al lugar, puede establecer un límite en el número de viajes de trabajo que realiza al año. También puede establecer algunas “reglas del juego” que lo ayuden a evaluar las oportunidades por las que merece la pena viajar. Por ejemplo, podría decidirse a viajar por trabajo sólo si el viaje no coincide con cumpleaños, vacaciones o eventos escolares importantes.

Cuando vuelva a viajar por trabajo, quiero disfrutar de la experiencia en general y de la oportunidad de reinventar mis rituales familiares. Quiero mejorar el equilibrio entre los viajes y los eventos virtuales. Y, sobre todo, estoy dispuesta a seguir desarrollando mi negocio y pasar tiempo de calidad con mi familia, sin importar en donde esté.

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