Lo que hacen los buenos líderes cuando reemplazan a malos líderes

Harvard Business School Publishing Corp.18-06-2021

Los líderes que ocupan un puesto de alto nivel que anteriormente ocupaba otra persona siempre enfrentan el mismo reto: deben lidiar con los logros y defectos del líder saliente. Si su predecesor tuvo éxito, usted será juzgado en comparación con los logros de esa persona.
Sin embargo, cuando reemplaza a un líder pobre o controvertido, usted quizá deba asumir los errores de su predecesor, mientras crea una nueva visión para la organización. Un mal liderazgo puede dañar una institución, y a menudo un nuevo líder debe tomar medidas agresivas para salvar la empresa. Además, debe hacerlo dentro de una organización que podría ser escéptica y estar agotada.

Gestionar dichas tensiones puede ser desafiante incluso para los líderes más experimentados. Como entrenador y consultor de ejecutivos, en las últimas dos décadas he ayudado a docenas de líderes a navegar por esta transición. Con las siguientes estrategias básicas, usted puede ayudar a su empresa a superar un liderazgo deficiente, mientras transforma la organización y ayuda a sus empleados a alcanzar su potencial:

• — RECONOZCA LAS CONTRIBUCIONES DEL LÍDER ANTERIOR: Los buenos líderes crean una separación entre el pasado y el futuro, pero también reconocen las realidades previas, incluyendo la posibilidad de que cualquier líder, por malo que sea, haya hecho algo bien. Probablemente tendrá empleados que apoyen el liderazgo anterior, y que tengan opiniones encontradas sobre lo que salió mal antes y lo que hay que hacer de forma diferente. Es aconsejable que los nuevos líderes reconozcan cualquier aspecto positivo que aportaron sus predecesores, mientras discuten abiertamente el trauma y el daño que los anteriores líderes crearon en la empresa.
• — HABILITE UNA VISIÓN DE FUTURO CREANDO ESPACIO PARA EL PERDÓN: Reconocer la brecha entre las intenciones y los resultados del líder anterior puede ser tan sencillo como decir “entiendo que los anteriores ejecutivos tenían grandes sueños para esta empresa, pero su enfoque no funcionó”. A menudo, nos juzgamos por nuestras intenciones y a los demás por sus acciones. Recordar esto a la gente no absuelve al líder anterior, pero sí humaniza el liderazgo saliente y crea espacio para el perdón. Los resentimientos tienen una gravedad propia que a menudo nos lleva a repetir los patrones del pasado. El perdón suele tener el efecto contrario y crea espacio para nuevas posibilidades.
• — BUSQUE COMPRENDER LAS EXPERIENCIAS DE SUS EMPLEADOS: Muchos nuevos líderes tropiezan cuando no invierten el tiempo necesario para comprender el pleno impacto del régimen anterior o no incluyen a sus equipos en la creación del futuro. Escuche a quienes sintieron los efectos adversos del líder anterior y utilice esa información para fundamentar su visión. Pregunte explícitamente a los individuos o grupos de la empresa: “¿Cómo puedo ayudarles ahora? ¿Qué es lo que más quieren y necesitan de cara al futuro? ¿Qué esperan que haga? ¿Qué esperan que no haga?”. Los malos líderes no hacen esas preguntas, pero los buenos siempre las hacen.

Los líderes que se comprometen con las prácticas anteriores desbloquearán la energía y la sabiduría de las personas a las que dirigen. Al hacerlo, ayudarán a crear un futuro que se distinga del pasado y tenga sentido para todos.
      

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