La sostenibilidad en los proyectos de infraestructura

Tendencias16-11-2023

Es posible que consideremos que estamos en el momento de mayor apertura a las obras de infraestructura en nuestro país, pero en realidad es una historia que se viene desarrollando desde la década de los cincuenta, que se considera como el inicio de un periodo de importantes avances en educación, infraestructura, transporte y urbanismo, los cuales ayudaron a reducir las brechas entre regiones.
 
Durante este periodo, el principal objetivo era el desarrollo económico, excluyendo las variables ambientales y el componente social. La meta más importante era lograr conectar territorios rurales con los cascos urbanos. En ese momento, los recursos naturales se percibían infinitos y los riesgos, producto de desastres naturales, se atendían desde la ocurrencia, esto ocasionó un deterioro de grandes obras y a su vez el fin de los sistemas ferroviarios.

Por otro lado, la normatividad era escasa: solo se contaban con leyes para la protección de ciertas zonas forestales protectoras y bosques denominados de interés general para el desarrollo de la economía forestal y protección de los suelos, las aguas y la vida silvestre (Ley segunda de 1959), además de otros mecanismos jurídicos bajo la autoridad del Misterio de Agricultura.

Esto llevo, posteriormente, a la creación del extinto Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables (Inderena). Y, finalmente, en el año 1993 se instauró el Ministerio de Ambiente mediante la ley 99, sin embargo, no fue hasta el periodo de 2006 a 2010 que se empezó a incorporar el concepto de sostenibilidad en el Plan Nacional de Desarrollo.

Impacto de los proyectos de infraestructura en Colombia 

El desarrollo económico y social que generan los proyectos de infraestructura en el país es muy relevante. Las obras relacionadas con el suministro de agua potable y electricidad, la movilización de personas y de activos, y el desarrollo de las telecomunicaciones, tienen una relación directa con el crecimiento económico y el bienestar de los colombianos.

La inversión en obras de infraestructura tiene múltiples impactos en la calidad de vida de los ciudadanos, la productividad de las empresas, el crecimiento de la economía en general y la creación de puestos de trabajo. Algunos ejemplos de este impacto son:  

• El aumento en la demanda de obras civiles de 1 billón COP genera 28 mil empleos.
• Por cada peso de mayor valor en la construcción de obras civiles, se impulsa en 1,13 COP la producción en la economía.
• Un aumento de la inversión en infraestructura del 0,5 % del PIB por año, durante los próximos 10 (2021-2030), aumentaría la tasa de crecimiento económico en 0,8 puntos porcentuales por año.

Son datos muy positivos para el desarrollo económico, sin embargo, la construcción de estos proyectos debe darse bajo esquemas y metodologías que cumplan con estándares sostenibles, ya que se estima que el 70 % de las emisiones de gas de efecto invernadero a nivel global las emite este sector. 

Principios de los proyectos de infraestructura de calidad

La calidad de la inversión en infraestructura es un factor importante, por esto los países que conforman el G20, adoptaron nuevos principios para promoverla bajo modelos sostenibles, estos son: 

1. Maximizar el impacto positivo de la infraestructura para lograr crecimiento y desarrollo de manera sostenible.
2. Aumentar la eficiencia económica teniendo en cuenta los costos a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
3. Integrar aspectos ambientales en inversiones en infraestructura.
4. Fomentar la resiliencia frente a desastres naturales y otros riesgos.
5. Integrar consideraciones sociales en la inversión en infraestructura.
6. Fortalecer la gobernanza a lo largo del ciclo de vida de los proyectos de infraestructura.

Marco de los proyectos de infraestructura sostenible

Además de estos principios, es fundamental contar con un marco claro para el desarrollo de los proyectos de infraestructura sostenible. Este permitirá articularlos mucho mejor, apoyar el fortalecimiento institucional y establecer reglas de financiamiento claras tanto para los inversionistas como para el sistema financiero.

Para estos últimos, los Principios del Ecuador sirven como una línea base o un marco de referencia, para identificar, evaluar y gestionar los riesgos ambientales y sociales al financiar proyectos.

Por otro lado, la regulación en Colombia ha evolucionado al crear un marco de referencia para la construcción de infraestructura con criterios sostenibles. Por ejemplo, la Ley 1931 de 2018, estableció las directrices para la gestión del cambio climático y los parámetros para poder desarrollar proyectos con un enfoque verde en el país.

También, el Ministerio de Transporte de Colombia y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) lanzaron el programa de Quinta Generación de Concesiones, el cual es una apuesta por el fortalecimiento de la infraestructura de transporte, incorporando pilares sociales, económicos, ambientales e institucionales para el desarrollo de megaproyectos.

Finalmente, es relevante resaltar que la ANI ha incorporado estándares de gobierno corporativo basados en la OCDE y en conjunto con el BID, y otros bancos, ha revisado como adaptar metodologías y marcos en sostenibilidad para la financiación de infraestructura sostenible.

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