3 formas de ayudar a su equipo a recuperarse de la disrupción

Harvard Business School Publishing Corp.19-05-2021

Muchas organizaciones luchan para sobresalir en tiempos rápidamente cambiantes. En algún punto encuentran retos que las obligan a modificar la forma en que hacen las cosas, de manera que sigan cumpliendo las expectativas. Algunas lo hacen mejor que otras. ¿Qué es lo que permite a ciertos equipos tener éxito al recuperarse de una disrupción? La investigación sugiere que la inteligencia de enjambre podría ser parte de la respuesta.

La inteligencia de enjambre se refiere a las formas en que se comportan los organismos descentralizados y autoorganizados. Es lo que hace que las hormigas de las colonias cambien rápidamente de lugares cuando se produce una disrupción. Si están buscando comida y un perro se interpone en su camino, reconocen que ha ocurrido algo disruptivo y rápidamente cambian de tareas para proteger la colonia. Su habilidad para saber cuándo cambiar es lo que les da la capacidad de recuperarse y adaptarse a situaciones de vida o muerte. Lo llamamos autocuración colectiva.

La autocuración colectiva también puede aplicarse a los equipos. Se habilita cuando los miembros del equipo toman la iniciativa de intercambiar tareas, incluso si estas se encuentran fuera de sus roles tradicionales. De este modo, los individuos se vuelven intercambiables como estrategia para adaptarse a situaciones inesperadas.

En nuestra investigación en curso, mis colegas y yo realizamos entrevistas a profundidad con miembros de equipos de acción, incluidos equipos de respuesta a emergencias, SWAT y de traumatología. Encontramos que estos equipos han desarrollado un instinto de intercambiabilidad que los hace muy eficaces para la autocuración colectiva. Las siguientes tres técnicas pueden inspirar a su equipo para que se recupere más rápidamente de las disrupciones:

• — HACER LAS COSAS — INDEPENDIENTEMENTE DE QUIEN LAS HAGA: Todos los miembros de un equipo con autocuración están enfocados en la misma meta. La gente no discute sobre quién debe hacer qué, simplemente ven lo que se necesita hacer y lo hacen.
   
• — APROVECHAR EL LIDERAZGO DISTRIBUIDO: Los equipos con autocuración adoptan una mentalidad de entrenamiento cruzado para ayudarse mutuamente a cubrir las carencias cuando un miembro del equipo no puede actuar. No importa si usted es el líder o no. Lo que importa es que todos los miembros del equipo estén preparados para intervenir y asumir tareas fuera de sus funciones si es necesario.
   
• — SER HUMILDE Y BUSCAR AYUDA CUANDO SEA NECESARIO: Los equipos con autocuración entienden que cuando las cosas van mal, no hay lugar para personas con grandes egos. Los miembros del equipo saben que deben denunciar los malos comportamientos y, si eres usted a quien se refieren, será mejor que lo corrija rápidamente para que el equipo pueda seguir funcionando como una unidad cohesionada. Los miembros de los equipos autocurativos también están dispuestos a aceptar que alguien con menos pedigrí profesional pueda poseer las habilidades necesarias en un momento crítico.

Los líderes que intentan mantenerse al ritmo de los siempre cambiantes desafíos de nuestra sociedad deberían reflexionar sobre algunas preguntas: ¿Sus equipos interactúan actualmente de forma que permitan una capacidad de autocuración colectiva? Si no es así, ¿pueden evolucionar de acuerdo con ello sus valores organizativos, funciones, responsabilidades y mentalidad? Si usted abriera oportunidades para trabajar fuera de las tareas o funciones asignadas, ¿qué haría eso posible?

Aunque las respuestas a estas preguntas podrían no ser claras, al menos deberían provocar la reflexión. El resultado final es un equipo mucho más cohesionado y mayores probabilidades de obtener un resultado positivo.

c.2020 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por The New York Times Licensing Group

¿Te pareció útil este contenido?