Bill Ford: ‘El nombre de nuestra familia está en riesgo todos los días’
The New York Times Company20-01-2021
Mientras el coronavirus alteraba con rapidez la vida de Estados Unidos a mediados de marzo y los sindicatos presionaban a las compañías automotrices para garantizar la seguridad de los trabajadores, Bill Ford se acercó a la competencia.
Ford, presidente de Ford Motor Company, concertó una conferencia telefónica con los líderes de General Motors, Fiat Chrysler, el sindicato United Auto Workers y políticos clave de Míchigan. El resultado fue una decisión sin precedentes: las tres grandes empresas automotrices suspendieron la producción de manera temporal en toda Norteamérica.
Hace unos meses, los autos y los camiones volvieron a rodar por la línea de ensamblado, pero Ford, bisnieto de Henry Ford, sigue enfrentando un sinnúmero de problemas. La pandemia ha obligado a Ford y a otros fabricantes a modernizar los procesos de producción para promover el distanciamiento social. Tesla ha vuelto populares los autos eléctricos, por lo que Ford y otras compañías automotoras históricas han tenido que luchar para seguir siendo relevantes. Además, este año, Ford fue la única empresa automotriz estadounidense en desafiar al presidente Donald Trump y comprometerse a seguir las estrictas normas de eficiencia de combustible de California.
Ford es un personaje ilustre en una industria en la que van y vienen los directores ejecutivos. Se incorporó a la empresa en 1979, se convirtió en miembro del consejo en 1988 y fue director ejecutivo de 2001 a 2006. Desde entonces, ha sido presidente ejecutivo del consejo de administración.
Aunque el valor de Ford es apenas una fracción del de Tesla, Ford asegura que se siente optimista sobre el futuro. La empresa está lanzando las versiones eléctricas de un vehículo utilitario deportivo Mustang y una pickup F-150, y Volkswagen eligió a Ford como su socio para desarrollar vehículos autónomos.
Esta entrevista fue resumida y editada con fines de claridad.
P: ¿Cómo tomó la decisión de parar la producción?
- R: Si nos remontamos a marzo, no sabíamos mucho sobre el virus, sobre cómo se transmitía. En ese tipo de incertidumbre, tuvimos que asegurarnos de que nuestros empleados estuvieran a salvo. En vista de lo que hacemos, y de que la manufactura por naturaleza exige que haya personas trabajando muy cerca una de la otra, simplemente no sabíamos lo suficiente como para brindar un ambiente laboral seguro. Por eso decidimos parar. Y luego pasamos ocho semanas parados intentando descifrar cómo luce una empresa emergente segura y cómo podemos garantizar la seguridad de nuestros empleados. Después de todos esos meses, todo lo que implementamos rindió frutos, ya que, mientras la COVID se ha propagado sin control por todo el mundo, nuestras plantas han tenido una seguridad excepcional.
P: ¿Cuál cree que sea el impacto duradero de la pandemia en su negocio?
- R: Uno de los aspectos que definitivamente no consideramos en marzo fue el hecho de que los autos y las camionetas de alguna manera son el principal equipo de protección personal. Por eso la gente que no tenía auto ni camioneta y no quería usar el transporte público o algún tipo de transporte compartido realmente quiso tener su propio vehículo. En marzo de verdad pensábamos que las ventas iban a recibir un gran golpe durante la pandemia. Pero sucedió que solo hubo un par de meses desoladores y luego las ventas regresaron con fuerza y se han mantenido así. No lo previmos cuando empezó todo esto.
P: El año pasado rompió con la postura del presidente Trump y decidió apegarse a las normas más estrictas sobre las emisiones de California. En público, ha dicho que esa fue una decisión práctica, pues sería demasiado difícil hacer dos versiones del mismo producto. Sin embargo, a nivel personal, ¿qué opina de los esfuerzos del presidente por relajar las normas de las emisiones, las cuales, claro está, eran parte de la reducción mucho más amplia de las protecciones ambientales durante su gobierno?
- R: No me gustó la situación. Desde un inicio decidimos apoyar a California, y no muchos lo hicieron. A final de cuentas, fuimos nosotros, Volkswagen, Honda, Volvo y BMW, pero nosotros fuimos los primeros en alzar la mano. Fue algo que simplemente pensé que era muy importante. Sabíamos que era lo que se debía hacer.
El presidente no estaba muy contento conmigo, y me lo hizo saber. Pero está bien. Si tienes los valores correctos y te apegas a ellos, entonces tienes que estar dispuesto a aceptar lo que se te presente.
Sencillamente tuve la firme convicción de que dar un paso atrás era, sin lugar a dudas, la peor decisión. También nos habíamos comprometido con el Acuerdo de París. ¿Por qué? Bien, considero que estoy trabajando para mis hijos y nietos. Los valores son importantes. Simplemente no tenía ningún sentido para mí, como alguien a quien le interesa mucho el medioambiente y como líder empresarial, desde donde lo vieras.
P: ¿Las políticas del gobierno de Trump han ayudado de alguna manera a su empresa durante los últimos cuatro años?
- R: Hubo muchas cosas buenas. Fue muy bueno que se concentrara en el trabajador estadounidense y en hacer las cosas en Estados Unidos. Me pareció que fue fácil interactuar con el presidente. Por lo regular estaba disponible y dispuesto a escuchar. Desde ese punto de vista, por supuesto que hubo aspectos positivos.
Lo más importante para nuestra industria es la certidumbre. Podemos enfrentar casi cualquier realidad siempre y cuando haya certidumbre. Pero cuando hay incertidumbre, debido a los tiempos de elaboración y las fuertes inversiones que tenemos como empresa, se vuelve muy difícil operar. Siempre les recuerdo esto a nuestros empleados. Hemos estado activos durante 117 años y hemos operado en todo el mundo, en todos los climas políticos posibles, desde el más liberal hasta el más restrictivo. Por eso somos muy buenos para evitar que nos golpeen demasiado las políticas a corto plazo. Si dejamos que nos afecten, nunca progresaremos.
P: ¿Qué espera ver del gobierno de Biden, más allá de un esfuerzo atento y real por acabar con esta pandemia?
- R: Me gustaría trabajar mucho con él en el tema de la infraestructura y la electrificación de nuestra industria y la construcción de la infraestructura necesaria. Cuando la gente habla de infraestructura, a menudo piensa en vías férreas, puertos, aeropuertos y caminos. Todo eso es muy importante. Pero también hay una infraestructura con miras al futuro, un mundo inteligente, por así decirlo.
P: Explíqueme por qué Ford puede tener una capitalización de mercado de más o menos 36.000 millones de dólares con más de 100.000 millones de dólares en ingresos y Tesla puede tener una capitalización de mercado de 550.000 millones de dólares con ventas inferiores a la capitalización de mercado de Ford. ¿Qué le dice esto de la manera en que los inversionistas están valuando las empresas automotrices en la actualidad y de lo que creen que traerán los próximos años?
- R: Bueno, creo que están cometiendo un error en su manera de valuarnos. Quizás estén valuando a Tesla de manera correcta. No tengo ni idea. Pero de verdad creo que tenemos la oportunidad de demostrarle no solo a Wall Street, sino también a los inversionistas individuales, que esta empresa tiene un futuro tremendo.
P: Tesla ha logrado popularizar los vehículos eléctricos de una manera que nadie lo había hecho. ¿Por qué no lo hicieron Ford, GM o Chrysler?
- R: No fuimos los únicos rezagados. También Toyota, Honda, la empresa que quieras. Estábamos trabajando en la hibridación y los modelos enchufables, cuando se fueron directamente a lo eléctrico. Le doy todo el crédito a Tesla por haber sido la pionera y por haber abierto el camino para todos nosotros. Pero ahora ya empezó lo bueno. En cinco años ya veremos dónde está parado cada uno de nosotros.
P: ¿Cree que de alguna manera la industria debió haber sido más proactiva para trazar el camino hacia un futuro en el que la eficiencia del combustible de verdad le importara a la gente?
- R: Yo diría que lo hemos estado haciendo. Porque no nos lanzamos con autos totalmente eléctricos, pero estábamos trabajando a fondo en los híbridos y con gran éxito. Creemos que la infraestructura llegará pronto, y podemos dedicarnos con todo a la electrificación. Estamos electrificando nuestros vehículos más vendidos y nuestros vehículos más icónicos, la F-150 y el Mustang. Así que le estamos apostando con fuerza a esto y no me cabe la menor duda de que es la decisión correcta.
P: ¿Qué tanto influye su práctica de meditación en su trabajo?
- R: Me permite salir de mi propia cabeza. Si estoy muy estresado por algo o no puedo ver las cosas con claridad, tengo un par de mecanismos para despejar la mente. Uno es el hockey sobre hielo. El otro es meditar. Cuando tienes mucho tiempo en un puesto como el mío, ves muchas personas que han dejado que el ego las controle. Meditar te regresa a la realidad de que, a final de cuentas, no eres distinto a nadie. En cuanto te empiezas a creer demasiado especial, estás en verdaderos problemas.
P: Este año todo el país ha evaluado el legado del racismo. ¿En qué medida usted y su empresa han intentado eliminar el antisemitismo expresado por Henry Ford?
- R: ¿Te sientes obligado a compensar por todo lo que hicieron tus bisabuelos? Lo importante es cómo estamos actuando hoy en día. Entonces, ¿estoy consciente de eso? Sí, por supuesto, como parte de mi historia familiar. Pero ¿creo que sigue presente en la actualidad? No, no lo creo. En lo más mínimo, y quiero asegurarme de que no haya indicios de que vaya a resurgir alguna vez.
P: ¿Cómo ve su papel como líder de la empresa y de su familia?
- R: A la mayoría de la gente que está involucrada en la empresa —nuestros empleados, nuestros distribuidores, incluso el gobierno— le gusta la participación familiar porque sabe que hay alguien que se hace responsable. No voy a desaparecer con un paracaídas de oro en alguna parte. Estoy aquí en las buenas y en las malas, y mi reputación está en riesgo todos los días. El nombre de nuestra familia está en riesgo todos los días.
c.2020 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por The New York Times Licensing Group
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